En
el fútbol existen dos métodos importantes de enseñanza; analítico y global
o integral.
El método global o integral se
da a través de pequeños juegos de 3 x 3, 4 x 4…- ello dependiendo de la
cantidad de jugadores- y en espacios con diferentes dimensiones, pero siempre
en espacios reducidos. Partiendo de lo anterior, es que resulta
este método de gran motivación para los participantes, pues supone que para
superar a un contrario requiere la intervención automática de sus capacidades
físicas y mentales (imaginación, creatividad, entre otras). Aquí el jugador se
enfrenta ante una situación-problema y decide resolverla, escogiendo aquella
acción que crea más conveniente, en lugar de utilizar, de forma obligada y
dirigida, aquella que ha determinado el entrenador Por tanto, el método global incide
simultáneamente en aspectos técnicos, tácticos, y físicos, lo que permite,
durante un juego, desarrollarlos todos en forma conjunta, aunque sea de una
manera genérica.
Por
otro lado, el método analítico está
basado esencialmente en la técnica individual, es decir, está fundamentalmente
dirigido a la ejecución de las diversas destrezas técnicas de una manera
estereotipada y aislada a las situaciones reales de juego, por lo que se deduce
implícitamente que la mejoría del rendimiento técnico individual, conllevaría
consigo una mejoría funcional del rendimiento general del equipo. Esta
corriente de enseñanza, ha llevado a muchos entrenadores de fútbol menor a
creer que los niños no deberían iniciarse en el juego del fútbol, hasta que no
tuvieran un dominio considerable de las destrezas y habilidades específicas del
fútbol.
El tipo de enseñanza, donde se realizan ejercicios de una
forma aislada de las situaciones reales de juego, hacen que se haga difícil el
mantener durante largos períodos de tiempo la motivación y el rendimiento de
los jugadores, ya que las situaciones propuestas son poco estimulantes por no
poseer el elemento lúdico, que se da continuamente en el juego.
Prosiguiendo
con el tema de la enseñanza de la técnica futbolística, Bunker y Thorpe
(citados en Pacheco, 2004) constataron que cuando la técnica es desarrollada
por medio de situaciones que ocurren al margen de los elementos tácticos (como
lo da el método analítico), se da una transferencia muy pequeña hacia el juego.